s.XX - Últimas tendencias - Germán Carrasco: Entrevista con Germán Carrasco, 2010


¿Por qué el título del libro [Ruda, 2010]?

La ruda es un escudo, es protección; es la criptonita para los demonios, es una planta sobria y mistraliana. Y el libro es un libro de protección y de amor.

Tus estadías en Argentina, México, Estados Unidos, por ejemplo, ¿determinaron el lenguaje y algunos paisajes de “Ruda”?

Se trata de poesía situada. Todo es premeditado, o meditado más bien. El sociólogo brasileño Renato Ortiz dice que cuando viaja de Nueva York a Buenos Aires o Tokio no se está viajando, sino desplazándose por la misma modernidad. Lo mismo con los otros sectores de la ciudad en donde la modernidad llega de maneras extrañas, con chanfle. Lo que hoy es moderno mañana será vintage. Nada es permanente, pero los objetos tienen su biografía. Entonces hay sectores intermedios, sectores no filmados y en esos sectores a veces filma el poema.

¿Y lo del libro como poema único?

Me gusta la anáfora, tiene que ver con la serialidad del pop. Me gusta la repetición, tiene algo mántrico también. Nadie entiende nada, por eso hay que repetir muchas veces. Pero también está el hecho de que uno escribe un solo poema durante toda su vida. Es un mantra con variaciones. Y supongo que tiene que ver con algún tipo de estupidez (propia y de los demás). Eso de repetir muchas veces las cosas. O de no querer que la cámara se mueva demasiado: porque lo que está ahí es hermoso. Por cierto, hablo de una contemplación que no es burguesa, ni alta, ni preciosista.

¿Y cómo te llevas con la realidad?

La función del arte es que el texto te ponga en un estado que te permita ver la realidad, simplemente verla ya que a veces se nos pasa de largo. Ver la realidad con lirismo, como un filme, en su belleza, en su ternura social. El poema se prolonga en la realidad, que no se note el pegamento o la costura entre texto y realidad. Esa puede ser una tentativa. En este momento, estamos en una situación de desolación política total, así que el poema puede ser un buen lugar.

Has realizado talleres literarios. ¿Qué te parece la actual poesía joven?

Una de las cosas que más disfruto es hacer clases, he hecho tres veces el taller de Balmaceda 1215, y en otros lugares. Es realmente gratificante disfrutar los poemas en grupo, eliminar prejuicios, aprender a escucharse, leer a los demás poetas, jóvenes y viejos y de donde sea. Hay buenos poetas jóvenes, buenos libros y a veces un par de buenos poemas. Ahora, las vinculaciones entre poesía y performance es algo que no me interesa para nada. Soy de esas personas que tienen que irse de la sala porque les da risa o vergüenza ajena o algo así.

¿Crees que todo arte es político?

No sé por qué motivo la literatura está llena de nerds, debería ser otra gente la que la escribiera, no los que son malos para el deporte en la básica, entonces hay mucho chiflado que se refugia en el helenismo, el modernismo dariano, la ciencia ficción, etc. Hay gente ultraconservadora que hace trampa, que quiere detener lo que se escribe, que piensa que la forma es fórmula métrica. Hay mucho nerd chiflado, que por último no es tan dañino, pero en Chile hay conservadores duros como en ninguna otra parte del mundo, ésos son brígidos, y ellos también hacen arte político, pero del destructivo.

¿Todavía crees que hay poetas peleándose por ocupar el sillón de Pablo Neruda?

Hay cinco o seis nombres, sin importar la edad, que hacen bien las cosas. Por algún motivo alguna gente y grupos tratan de atajarlos, no veo para qué. En la antología de Pre-Textos lo que más hay son chilenos, y parece que a cierta gente le molestara eso. Es curioso cómo la prensa, cuando quiere alguna pachotada, llama al payaso de Armando Uribe o a algún pobre tipo que diga alguna cosa supuestamente fuerte. Y esa gente se presta para esas cosas. Pobres. De cualquier manera, vengo de una generación que respeta a todos sus hermanos mayores, a los poco conocidos o nombrados. Y que también, esto es muy importante, respeta a sus hermanos menores.

¿Y tu relación con la poesía de la Mistral? (Carrasco hizo el prólogo de “Tala”, reedición del libro de la Premio Nobel que saldrá próximamente por Ediciones UDP).

“Tala” es un libro fascinante. Un habla rara, entrecortada, es como si a ella le diera vergüenza trabajar con materiales nobles. Es el libro clave de la literatura chilena, y pocos lo han leído y son mucho menos los que lo han entendido. Por ahí Diamela Eltit se hizo cargo de la parte de los Recados, y Adriana Valdés de otro sector del libro. Y pare de contar. Nadie más se ha metido en esas aguas. Patricio Marchant dice que la Mistral debería inaugurar un pensamiento, una filosofía en Chile. Deberían leerse más sus poemas que su biografema, que por lo demás es extraíble de los poemas.

¿Qué opinas del momento político que está viviendo Chile?

Estamos en la desolación y orfandad total. La dictadura nos mantenía unidos, pero con la llegada de la democracia, que se inaugura con un Antonioletti acribillado, vuelven los hijos de exiliados y arrasan con todo y empieza la repartija, las transas. Los que habían resistido en los ochenta ya cachaban que la democracia iba a ser así. Entonces algunos se refugian en lo íntimo, otros se revientan hasta morir, otros se tornaron apáticos, snobs y otros terminaron gozando muy burdamente su condición de nuevos ricos.

En ***


Proyecto de Edición Libro de notas

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Datos Bio-bibliográficos

Germán Carrasco

(Santiago, Chile, 1971)

Bibliografía escogida:

Brindis, 1994
La insidia del sol sobre las cosas, 1998
Calas, 2001
Clavados, 2003
Ruda, 2010



Enlaces:
Poemas, breve biografía
Biografía y poemas

Otras artes poéticas del autor:

Más información en la wikipedia: Germán Carrasco

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