s.XX - Generación del 27 - Gerardo Diego: El sello (explicaciones),

Un poema creacionista se hace como un cuadro cubista o como una obra musical, una sonata con dos o tres temas. Elegidos los temas, puede decirse que la obra está hecha. Se hará ella sola. En el creacionismo, y para compensar lo que, de otro modo, sería arbitrariedad máxima e incomunicable al lector, los temas se contraponen, se compensan, se lanzan fuegos mutuos, se enlazan, engendran de sus choques nuevas imágenes, motivos secundarios que siguen la misma ley de relaciones recíprocas. Veamos, pues. ¿Qué es un sello? Es un pequeño rectángulo de papel dentado en sus bordes y finamente colorido. Su destino es pegarse a un papel mensajero para asegurar su vuelo hasta la persona que ha de recibir el recado. Pues entonces ya está hecho el poema, el filatélico y ligerísimo, pero que aspira a ser emotivo y hondo poema. Bueno: alguno creerá que yo he pensado todo esto en frío, reflexivamente, y que luego con toda astucia he razonado para mí mismo la irracionalidad poética de mi sello poemático. Poco entiende de poesía el que así piense. El poeta procede siempre por un arranque de intuición instantánea, total. Siente, pues, antes de empezar a escribir, la obra ya total con su color, su atmósfera, sus dimensiones y ritmos probables, sin saber, sin embargo, por dónde va a salir ni cómo se las va a arreglar para lograrla.

Así he compuesto, he escrito, he pintado yo «El sello». Riguroso, puro poema creacionista y, para mí al menos, perfectamente serio, espiritual, necesario, cargado de sentimiento humano.

EL SELLO

El universo tiene sus bordes dentados
y es todo él de un color nuevo rarísimo
de un ignorado nombre filatélico
El universo
quiso besar a Dios
y al cruzarse un vuelo de ángeles
se quedó pegado en la mejilla
del más lento
el de las alas en cresta de fuego.

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