Edad Media - Lírica culta - Juan Alfonso de Baena: Prologus Baenensis, 1444
Segund que disponen e determinadamente afirman los filósofos e sabios antiguos, natural cosa es amar e cobdiciar saber los homes todos los fechos que acaescen en todos los tiempos, tan bien en el tiempo que es ya pasado, como en el tiempo que es pressente, como en el otro tiempo que es por venir. Pero d’estos tres tiempos no pueden los hombres ser ciertos, fueras ende de aquel tiempo que es ya pasado. Ca si desean equieren saber del tiempo que es por venir, non pueden los homes saber el comienço ni la fin de las cosas que ende averán, e por tanto non saben ciertamente ninguna cossa de aquel tiempo. E si del tiempo presente quieren saber algo, maguera que saben los comienços de los fechos que en aquel tiempo se fazen, pero con todo esso, porque non pueden saber el medio nin la fin cual será, es de tener que non saben los homes complidamente ninguna cossa de aquel tiempo pressente. Empero del tiempo qeu es ya passado, porque los homes saben los comienços e los medios e las fines de los fechos que en él se fezieron, es de tener o de creer que alcançan e saben los homes por este tiempo passado cierta e verdaderamente todo el saber de las cosas que en él fueron fechas. Assí que devemos entender, que por el saber del tiempo passado que es cierto, e non de los otros dos tiempos que son dubdosos, segund dicho es de suso, penaron e trabajaron mucho los homes sabios e entendidos de ordenar e poner en escrito todos los grandes fechos passados, por dexar en memoria tanta remembrança d’ellos, como si estonce en su tiempo d’ellos acaesciesen e passasen. E aun porque los supiessen todos los homes que havían de venir, así como ellos mesmos, ordenaron e fizieron de los grandes fechos e altas faañas passadas muchos libros, que son llamados hestorias e corónicas e gestas, en las cuales escrivieron e recontaron todos los grandes fechos passados de los emperadores e reyes e príncipes e de los otros altos e grandes señores. E escrivieron la verdat de todos los grandes fechos e altas cosas que passaron, e non quisieron encobrir nin encelar ninguna cossa de todo ello, tan bien de los cuerdos como de los locos, e tan bien de los que fueron buenso como de los que fueron malos, porque de los fechos de los buenos tomassen los homes dotrina e enxemplo para facer bien, e de los fechos de los malos que recebiesen escarmiento e castigo para se gardar de non facer mal. E aun aquestos mesmos sabios antigos encarescieron tanto esta su tan noble e tan virtuosa opinión que determinaron e tovieron que errarían e menguarían mucho en sus nobles fechos e en su grand lealtad, si tan bien non quisiessen el fruto del saber de todos los grandes fechos passados para los homes que havían de venir como para ellos mismos e para los otros que eran en sus tiempos d’ellos, ca entendieron que los saberes se perderían muriendo aquellos que lo sabían, si non dexasen remembrança de todo ello; e porque non cayessen en olvido mostraron muchas carreras e doctrinas por donde los supiessen todos los que havían de venir en pos d’ellos, e por buen entendimiento e sana discreción conoscieron las cosas que eran dubdosas e ascondidas e buscando e escudriñando con gran estudio supieron las cosas que havían de venir. Mas los homes desdeñosos e perezosos, desdeñando de non querer saber las cosas, e aun después que las saben échanlas en olvidança, por lo cual fazen perder mala e torpemente lo que fue buena e sabiamente fallado e buscado, e con grand estudio. E aun otrosí, porque la pereza es contraria e enemiga del saber, la cual faze a los homes que non se lleguen a él, nin busquen carreras por donde los conoscan, hovieron los sabios e los entendidos el saber por grand tesoro, e preciáronlo mucho sobre las otras cosas e tovieronlo por luz para alumbrar a sus entendimientos, e de todos los otros que lo sopiessen, dexándolo todo en memoria e por escriptura. Ca si por las escripturas non fuesse ¿cuál sabiduría o cuál engeño o memoria de homes se podrié membrar de todas las cossas passadas? Onde si los homes pararen bien mientes al pro que nasce de las escripturas, conoscerán que por ellas son sabidores de todos los fechos e de todas las sciencias, e que de todo ello non sopieran ninguna cosa, si cuando mirieron aquéllos que eran bivos a la sazón e tiempo que passaron los grandes fechos non los dexaran por escripto, para que los sopiessen los otros que eran por venir. Por la cual razón todos los homes son adebdados de amar a todos aquéllos que lo tal fezieron e ordenaron, pues que saberán por ellos muchas cosas que non supieran por otra manera. E acerca d’esto el grand filósofo Aristótiles dize qeu por cuanto todo home de su propia naturaleza desea saber todas las cosas que por esta razón quiere e ama, e guarda más el home los ojos que otra ninguna parte de su cuerpo, porque por sola la vista se conoscen e se saben mejor e más aína todas las cosas, que por otro sentido alguno. Onde de aquí se concluye, que si todos los homes naturalmente desean saber todas las cosas, mucho más e con mayor razón pertenesce a los maníficos e altos emperadores e reyes e príncipes e grandes señores de amar e cobdiciar e leer e saber e entender todas las cosas de los grandes fechos e de las notables fazañas passadas de los tiempos antiguos e en especial las famossa leturas de las muy ecelentes e gloriosas e muy notables batallas, guerras e conquistas que en fecho de armas e de cavallerías, los muy esclarescidos sus antigos, emperadores e senadores e cónsules e dictadores de la muy famossa e redutable cibdat de Roma, fizieron e ordenaron e compusieron e escrivieron, poniendo en todo ello su leal afectación e estremado poderío. E pues que las tan altas e tan maníficas avissaciones de las tan altas e tan notables cosas pertenesce mucho de las tener e leer e saber e entender a todos comúnmente, como dicho es, pero en singular mucho más pertenesce de las tener e leer e saber e entender a los sobredichos muy altos e maníficos emperadores e reyes e príncipes e grandes señores, e les conviene de ser avisados en todo ello, porque cuando el semejante caso o casos les acesciere, que la su buena dispusición sea presta e aparejada para que puedan e sepan ser cabdillos e governadores, capitanes de grandes gentes, e que sepan con pura discreción e con buen seso governar e madar e vedar e penar e asolver e condenar e mantener e sostener en ordenada justicia e buena dispusición e sabia ordenança todas sus gentes e huestes e batallas e conquistas e guerras, en tal manera, que la su señoría e grand realeza sea más ensalçada, e las sus noblezas e altas cavallerías non finquen olvidadas, mas antes que finquen en memoria e por enxemplo muy cavalleroso a todos los otros señores que lo vieren e lo sopieren e lo leyeren e oyeren. E asimesmo pertenesce mucho a los reyes e príncipes e otros grandes señores de tener e leer e entender otros muchos libros e escripturas de otras muchas maníficas e notables cosas, e de mu santas e provechosas dotrinas, con las cuales toman plazer e gassajado, e agradan mucho las voluntades, e demás resciben muchos avisamientos buenos e provechosos d’ellas. Los cuales libros e otras escrituras por muchos ser e de cosas nuevas e diversas, son comparadas con los muchos e nobles e preciosos paños e vestiduras, ca por ser de diversos colores e tajos nuevos e non vistos, agradan e aplazen mucho las voluntades de los señores. E otrosí, son comparados a los muchos e diversos e preciosos manjares, ca por ser muchos e diversos adobos, toman los señores con ellos diversos sabores e bivos apetitos, e aplazen e agradan más los coraçones e las voluntades con ellos. E aun llende de todo esto, los reyes e príncipes e grandes señores usaron e usan ver e oír e tomar por otra manera otros muchos comortes e plazeres e gasajados, así como ver justar e tornear e correr puntas e jugar cañas e lidiar toros e ver correr e luchar e saltar saltos peligrosos e en ver jugar esgrima de espadas e dagas e lança e en jugar la vallesta a la frecha e a la pelota e en ver jugar otros juegos de mano e de trepares e otrosí jugando otros juegos de tablas, de axedrez e dados, con que se deportan los señores, e naipes e otras muchas e diversas maneras de juegos. E asimesmo los reyes e príncipes e grandes señores usaron e usan fazer otras muchas maneras de juegos, en que toman asaz comporte e plazeres e gasajados, así como en las riberas caçando con falcones e con açores, e a las vezes en los campos con galgos e otros canes, corriendo liebres e raposos e lobos e ciervos. E finalmente usaron e usan fazer otros juegos mayores e de mayor nobleza, los cuales requieren en sí asaz temor e miedo e recelo a todos aquellos que los ensayan e usan fazer, conviene a saber: buscando e corriendo en las altas e grandes montañas leones e osos e puercos e ciervos e a otros muchos venados e animalias e vestiglos bravos e muy espatables. En los cuales juegos e gasajados los grandes señores que los usaron e usan fazer, quisieron mostrar la su grand nobleza e franqueza, faziendo ende muy grandes gastos e despensas en viandas e otras cosas, por razón del mucha gente e bestias e canes que para ello se requiere, e otrosí mostrando la su grand fortaleza e buen esfuerço, queriendo ir a buscar a los esquivos montes animales brutas, e bravos e salvajes con quien traven lides e peleas que aun mostrando en ello que son sofridores de los muy grandes trabajos e peligros e afanes que por ende toman en sus cuerpos, andando buscando por los montes, e malezas las semejantes animalias bravas e brutas. E después que las han fallado, en las acusar e seguir fasta las vencer e ferir e matar. E aun a las vezes acaesce por contrario que las tales animalias brutas e bravas, desque son feridas, con el acusamiento e temor de la muerte, buélvense contra los que las siguen e pruevan sus fuerças e sus poderíos con ellos, fasta que algunas vezes matan a los que las así afincan e siguen. E comoquier que en todos los comportes e juegos e gasajados e plazeres de suso dichos relatados, todos los reyes e príncipes e grandes señores que los usaron e usan e fazen, han por ende muchos bienes e provechos lo uno rescibiendo en ello plazer e gasajados e agradando las volutades, e lo otro criando buena sangre e destruyendo malos humores e lo otro faziendo exercicio de los cuerpos e estendiendo los miembros e los niervos e biviendo más sanos por ello, e lo final, tienen los cuerpos más sueltos e prestos e ligeros e apercibidos para en los tiempos de los grandes menesteres de las guerras e conquistas e batallas e lides e peleas. Pero con todo esso, mucho mayor vicio e plazer e gasajado e comportes resciben e toman los reyes e príncipes e grandes señores leyendo e oyendo e entendiendo los libros e otras escripturas de los notables e grandes fechos passados, por cuanto se clarifica e alumbra el sesso e se despierta e ensalça el entendimiento e se conorta e reforma la memoria e se alegra el coraçón e se consuela el alma e se glorifica la discreción e se goviernan e mantinen e repossan todos los otros sentidos, oyendo e leyendo e entendiendo e sabiendo todos los notables e grandes fechos passados, que nunca vieron, nin oyeron, nin leyeron, de los cuales toman e resciben muchas virtudes e muy sabios e provechosos enxemplos, como sobredicho es, e por cuanto a todos es cierto e notorio que entre todos los libros notables e loadas escripturas que en el mundo fueron escriptas e ordenadas e fechas e compuestas por los sabios e discretos atores, maestros e componedores d’ellas, el arte de la poetría e gaya ciencia es una escriptura e compusición muy sotil e bien graciosa e es dulce e muy agradable a todos los oponientes e respondientes d’ella e componedores e oyentes; la cual ciencia e avisación e dotrina que d’ella depende e es havida e recebida e alcançada por gracia infusa del Señor Dios que la da e la embia e influye en aquél o aquéllos que bien e sabia e sotil e derechamente la saben fazer e ordenar e componer e limar e escandir e medir por sus pies e pausas, e por sus consonantes e sílabas e acentos, e por artes sotiles e de muy diversas e singulares nombranças, e aun asimismo es arte de tan elevado entendimiento e de tan sotil engeño que la non puede aprender, nin haver nin alcançar, nin saber bien nin como deve, salvo todo home que sea de muy altas e sotiles invenciones, e de muy elevada e pura discreción, e de muy sano e derecho juizio, e tal que haya visto e oído e leído muchos e diversos libros e escripturas e sepa de todos los lenguajes, e aun que haya cursado cortes de reyes e con grandes señores, e que haya visto e platicado muchos fechos del mundo, e, finalmente, que sea noble fidalgo e cortés e mesurado e gentil e gracioso e polido e donoso e que tenga miel e açucar e sal e aire e donaire en su razonar, e otrosí que sea amador, e que siempre se precie e se finja de ser enamorado; porque es opinión de muchos sabios, que todo home que sea enamorado, conviene a saber, que ame a quien deve e como deve e donde deve, afirman e dizen qu’el tal de todas buenas doctrinas es doctado.
Fuente: Poesía de cancionero, Cátedra, 1991, pags. 69-74.
Datos Bio-bibliográficos
Juan Alfonso de Baena
(Baena, 1404-1454)
Bibliografía escogida:
Cancionero de Juan Alfonso de Baena, CSIC, 1966.
Poesía de Cancionero, Cátedra, 1991.
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