s.XX - Modernismo (y 98) - Antonio Machado: Prólogo a Campos de Castilla, 1917


En un tercer volumen publiqué mi segundo libro, Campos de Casti­lla (1912). Cinco años en la tierra de Soria, hoy para mí sagrada –allí me casé; allí perdí a mi esposa, a quien adoraba—, orientaron mis ojos y mi corazón hacia lo esencial castellano. Ya era, además, muy otra mi ideología. Somos víctimas—pensaba yo— de un doble espejismo. Si miramos afuera y procuramos penetrar en las cosas, nuestro mundo externo pierde en solidez, y acaba por disipársenos cuando llegamos a creer, que no existe por sí, sino por nosotros. Pero si, convencidos de la íntima realidad, miramos adentro, entonces todo nos parece venir de fuera, y es nuestro mundo interior, nosotros mismos, lo que se desvanece. ¿Qué hacer entonces? Tejer el hilo que nos dan, soñar nuestro sueño, vivir; sólo así podremos obrar el milagro de la generación. Un hombre atento a sí mismo y procurando auscultarse, ahoga la única voz que podría escuchar; la suya; pero le aturden los ruidos extraños. ¿Seremos, pues, meros espectadores del mundo? Pero nuestros ojos están cargados de razón, y la razón analiza y disuelve. Pronto veremos el teatro en ruinas, y, al cabo, nuestra sola sombra proyectada en la escena. Y pensé que la misión del poeta era inventar nuevos poemas de lo eterno humano, historias animadas que, siendo suyas, viviesen, no obstante, por sí mismas. Me pareció el romance la suprema expresión de la poesía, y quise escribir un nuevo Romancero. A este propósito responde La tierra de Alvargonzález. Muy lejos estaba yo de pretender resucitar el género en su sentido tradicional. La confección de nuevos roman­ces viejos —caballerescos o moriscos— no fue nunca de mi agrado, y toda simulación de arcaísmos me parece ridícula. Cierto que yo aprendí a leer en el Romancero General que compiló mi buen tío don Agustín Durán; pero mis romances no emanan de las heroicas gestas, sino del pueblo que las compuso y de la tierra donde se cantaron; mis romances miran a lo elemental humano, al campo de Castilla y al Libro Primero de Moisés, llamado Génesis.

Muchas composiciones hallaréis ajenas a estos propósitos que os declaro. A una preocupación patriótica responden muchas de ellas; otras, al simple amor a la Naturaleza, que en mí supera infinitamente al del Arte. Por último, algunas rimas revelan las muchas horas de mi vida gastadas — alguien dirá: perdidas— en meditar sobre los enigmas del hombre y del mundo.

En: Antonio Machado, Campos de Castilla, 1917. De: Estudios y Recursos literarios: http://jaserrano.com

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Proyecto de Edición Libro de notas

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Datos Bio-bibliográficos

Antonio Machado

(Sevilla, 1975-coillure, 1939)

Bibliografía escogida:
Antología poética, Alianza, 1995.
Juan de Mairena, Alianza, 1998.
Poesías completas, Espasa Calpe, 2001.

Enlaces:
Poemas

Revista sobre Antonio Machado

Otras artes poéticas del autor:

Más información en la wikipedia: Antonio Machado

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