s.XX - Poesía experimental - Ramón Buenaventura: Billete dulce a los poetas, 1981


Se arrancan la careta: son poetas. Bajo la piel no esconden más que la dulce carne humana. ¡Os amo! ¡Eh! Oídme, bellos, bellísimos poetas sin la máscara: hablad, que la palabra llega. Va a encontraros hundidos en palabras, sucios de retiros estéticos, sordomudos visajistas por guiños al compadre, por quejas en clave de sí, por misterios de tules secos: babosas con los huesos metafóricos. ¡Hablad! Y a quien se calle que le coman la lengua las hormigas del ritmo. Decíos de una vez. Bellísimos poetas: ¡sin caretas! Se murió el decorado; la inocencia rechaza coartadas; los focos en los ojos perdieron el insulto; la loa es un capricho de costumbre. Si cabe ser de pluma y ser de carne, si la gente, la chusma, los chiquillos, os han reconquistado las aceras, si de cierto se sabe que la vida ha prendido en tres o cuatro brotes cerebrales, ¡dad los labios, poetas, fuera embozos! ¡Mostradnos la palabra! Hablad, y a quien se calle que le coman la lengua las hormigas del ritmo. Os amo: ¡eh! Oídme, bellos: os amo tanto. Desnudaos. Enseñadme los bíceps, los muslos esculpidos, los falos bien cortados, las mamas afrodíticas, las vulvas de primor, los vientres amorosos. Enseñádnoslo todo: que aprendamos a ignorar en el cuerpo su cadáver. Y el que no tenga carne, que se amortigüe el hueso. ¡Abajo el antifaz de raso! Recoged las palabras de la huida dispersa. Reivindicad los verbos que os han estado usando los zorros exquisitos, los que ladran en nombre del Señor, o los otros, los niños jautos, que tapan con miniadas decadencias venecianas de barcos de papel el cerrado silencio de sus vísceras. ¡Que les aplauda el crítico de las manos pulidas! ¡Dejad al Editor en su cuarto de baño jugando a las promesas de siglillos de oro! Allá los impostores y sus versos capones: haced que se suiciden con la aséptica espina de una rosa de plástico. Hablad, y a quien se calle que le coman la lengua las hormigas del ritmo. Cada verso un intento de homicidio. Lo único que cuadra es que no quede piel bajo careta, que salgáis de debajo de los libros, que os espulguéis las citas, que implantéis el desorden en todos los archivos, que dejéis de contar bellezas con los dedos, que habléis en vuestro nombre, solamente, que no toméis prestado el sentimiento. Poetas, a la calle: anegad el poder, danzad las dictaduras, brincad los apellidos, pecad contra el dinero; delinquid, que el que no es delincuente no es poeta y no hay más ser humano que el poeta. Poetas, por favor, cread el mundo. EXPLICACIÓN Porque está mal creado: sin imaginación, sin gusto, sin amor. Un esquema perfecto en el que sólo lo mediocre encaja. Es menester un hálito de belleza quemante que destruya y recree.

En: Ramón Buenaventura, Tres movimientos, Hiperión, 1981. Fuente: Pedro Provencio, Poéticas españolas contemporáneas, I, Hiperión, 1988.

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Proyecto de Edición Libro de notas

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Datos Bio-bibliográficos

Ramón Buenaventura

(Tanger, 1940)

Bibliografía escogida:
Cantata soleá, Hiperión, 1978.
Tres movimientos, Hiperión, 1981.
El abuelo de las hormigas, Hiperión 1996.
Teoría de la sorpresa, Ediciones Libertarias, 1992.
El año que viene en Tanger, Debate, 1998.
Internet, las respuestas, Debate, 1999.
El corazón antiguo, Debate, 2000.

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Más información en la wikipedia: Ramón Buenaventura

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