s.XX - Poesía experimental - Ramón Buenaventura: Deporte olímpico, al fin, 1993
La tartamuda rítmica (poesía)
lleva mal este cierre de milenio y de siglo;
pero no por su culpa:
las civilizaciones
sin pensamiento
reblandecen la hechura del poema.
La poesía es acción, pura acción, pura
crónica de lo compartido:
enciclopedia —Homero—, pauta
del modo de vivir y de sentir.
O ironía y distancia,
destrucción y proyecto.
La privación del pensamiento suscita en los poetas gemidos de barro medio cocho, añoranzas seniles.
No la narración legendaria de la mejor verdad;
no el menosprecio de la mentira:
cuando toda verdad es mentira
para todos,
mandan los dioses
contra los mortales
la musa
mofletuda
de la
frivolidad.
Las épocas
de poesía temblorosa
transcurren sin registro, pasan
igual que los años misteriosos de las vidas adultas, que no se recuerda haber
vivido, que encharcan la memoria en un lago pastoso,
que evocan la sensación de haber estado en alguna otra parte, de no haber
asistido a los propios acontecimientos.
Sólo los eruditos refrendarán estos decenios de lánguida pa-
labrería,
este saldo de signos,
este bailongo tropical donde rumbean las mascaritas de Cocaín,
mantecosas,
bajo el aplauso morcillón de las atléticas muchedumbres.
Sin artimañas;
sin la comezón venusta de la nena cuya caja torácica centrifuga
pasiones a más de cinco mil vueltas por latido.
Ni la patética ni la ética
son poética.
Sólo la acción, la crónica del héroe; es decir de cualquiera
que poetice el magisterio,
sus repartos de gozo y de dolor.
La tartamuda rítmica no merece medalla.
Datos Bio-bibliográficos
Ramón Buenaventura
(Tanger, 1940)
Bibliografía escogida:
Cantata soleá, Hiperión, 1978.
Tres movimientos, Hiperión, 1981.
El abuelo de las hormigas, Hiperión 1996.
Teoría de la sorpresa, Ediciones Libertarias, 1992.
El año que viene en Tanger, Debate, 1998.
Internet, las respuestas, Debate, 1999.
El corazón antiguo, Debate, 2000.
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