s.XX - Otros del s.XX - Marcos Ricardo Barnatán: [Poéticas], 1984
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Han transcurrido ya quince años desde la publicación de mi primer libro, y con la escasa perspectiva que puede darnos el haber traspasado la frontera de la primera treintena, se observa el camino recorrido con un cierto desapasionamiento que me permite comprobar que a lo largo de los cinco libros escritos aquí presentados se ha abierto y cerrado un ciclo, coherente y diferenciado. Así lo que era mera recopilación se fue transformando en la revelación de una estructura desarrollada en cinco fases, que va desde el verbo iniciático hasta la palabra que provoca la recapitulación de la memoria.
El oráculo invocado es así no sólo el título del poema que enuncia en siete estancias el deseo espinoziano de permanencia y unidad, sino también el volumen que coaliga todos los acercamientos anteriores, haciéndoles partes articuladas de una misma vocación simbólica.
Paul Valéry distinguía claramente entre dos tipos de obras literarias, las que son creadas siguiendo los dictados de un gusto establecido y las que, por el contrario, tienden a crear su propio público. Es evidente que los poemas que siguen se encuadran con decisión en el segundo apartado, que es, sin duda, el más arriesgado, ya que se corre el peligro, siempre acechan- te, de la incomprensión y la falta de aplauso. El mismo Valéry nos invitaba al análisis comparado del mecanismo de escribir como parte esencial de una Poética, junto con las demás condiciones menos definidas que ese acto de creación parece exigir 1 la inspiración y la sensibilidad. Debo confesar, en primer lugar , mi fe en el poder mágico de la lengua, piedra angular de toda labor que pretenda vencer esa literalidad que tanto daño causó y causa a la poesía. La palabra no es una mera sucesión de letras que responden a una combinatoria limitada sometida al uso vulgar. En cada palabra hay un enigma, una cadena hacia el origen que queda ejemplarizada en la perplejidad de las etimologías y otra hacia el futuro que nos entregan aquellos creadores que las arrojan con valor hacia nuevos significados. la palabra creadora que mueve y legisla, que María Zambrano interpreta como una revelación luminosa sobre el abismo de la nada y que recuerda un brevísimo poema de La escritura del vidente bajo el lema de Homo-Humus. Posibilidad de conjuro que nos concede una posibilidad de esperanza. Condición que distingue a la poesía de las otras artes de indagación en la tragedia.
Sin esa fe, que está más cerca de Moisés de León y de Mallarmé que de la poesía entendida como una reproducción de la realidad fáctica, no me sería posible escribir, habría perdido la aspiración última de redimir lo finito.
Creo, pues, que estas líneas son más una confesión íntima de propósitos que una autointerpretación teórica de mis poemas, tarea que me parece precipitada hoy e incluso pretenciosa. Un análisis crí tico detallado sería labor de profesionales y evidentemente no me encuentro entre ellos. Sin embargo, algunos amigo, entre los que se encuentra el poeta Francisco Brines, me han insistido en que no dude en entregar al lector toda información marginal que crea necesaria en aras de una mayor claridad.
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Al explicar el carácter esotérico de «Arcana Mayor», ya que : en el ministerio de la Mayor Arcana del Tarot está encerrado ese libro, reconocía que era ése un marco impreciso, una vasta constelación de símbolos rendidos a la limitada imaginación humana. Símbolos que no puede afirmarse tengan una presencia física en todos los poemas, si salvamos el poema que da título al libro y en el que procuré concentrar, estrofa a estrofa, la soterrada esencia de los veintidós arcanos. Número que queda fijo en el conjunto, ya que son también veintidós los poemas que constituyen la parte central de «Arcana Mayor», en voluntario homenaje. Tanto el poema inicial como el último, que sirven de prólogo y de epílogo a las escenas múltiples de ese libro, están fuera de la atmósfera citada y cristalizan en una voz apóstata, ya que encarna la oración primero y la confesión después de Amitai, el poseedor de la verdad.
Tanto en «Arcana Mayor» como en los libros anteriores y posteriores, un sinnúmero de alusiones bíblicas plagan mis poemas, cuando no referencias cabalísticas ligadas a las enseñanzas de la tradición judía o simplemente míticas o literarias. Son la sustentación natural del pensamiento, nunca una vana apoyatura estética la belleza surgirá, si es que surge, por emanación directa del lenguaje. No creo que sea labor del poeta explicarlas y no sólo porque sería una tarea ímproba, sino también un insulto al lector. Sólo cabe aclarar que las referencias bíblicas o cabalísticas no significan nunca pretextos religiosos, están aceptados e incorporados como elementos culturales y como integradores de la propia identidad del que escribe.
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Datos Bio-bibliográficos
Marcos Ricardo Barnatán
<(Argentina, 1946)
Bibliografía escogida:
Arcana mayor, Alberto Corazón, 1979.
Libro de David Jerusalen y otros poemas, Ayuntamiento de Albacete, 1992.
El techo del templo (antología), Huerga y Fierro, Madrid, 2001.
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