s.XX - Últimas tendencias - Roger Colom: Poética, 2001

Inédito para Almacén

Poética, paso en falso y otro hacia adelante

Una o varias faltas de prejuicios en cuanto a lo que tiene derecho a ser poético. Si antes de empezar a ser poema, el poema admite cualquier cosa (y hablar o no del famoso Todo vale no me interesa), se admite también que en el poema pueden entrar todas las manifestaciones de la vida. Si es verdad que el poema es ante todo una manifestación del lenguaje, su materia principal deben ser los lenguajes de la vida (que incluyen a los de la muerte). El poema puede captar un discurso político y un cántico futbolero, una receta de cocina y un alegato existencial (toda poesía de la experiencia es un alegato— que suele carecer de interés— en favor de la veracidad de la existencia del poeta), la propaganda comercial y la voz de la oración, la canción del amor o el grito.

El poema es unidad de sentido. Todo el poema tiene que ir en la misma dirección, aunque no lo parezca o parezca mentira. El ritmo señala la dirección del poema, su música en las palabras cristaliza el poema en el continuo (y discontinuo) fluir del lenguaje.

De ahí la importancia del metro y la rima. Sobretodo si el poema viene en versos blancos o libres. No aprovechar esa conciencia fijadora del ritmo significa eliminar posibilidades en la dirección del poema. La música marca el punto de partida desde el que el poema empieza a serlo, sea cual sea su disonancia.

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